Tener actualizado el diseño de tu sitio web es mejor.
Cuando el diseño de una web (o en general de cualquier elemento) se queda anticuado empieza a transmitir malas sensaciones en el público. Tienen que pasar muchos años para que vuelva a molar un diseño que se ha quedado obsoleto. Seguramente volverá a molar porque se verá como una reliquia, una curiosidad, algo que te retrotrae a otros tiempos… Pero desde luego no se ve como algo activo y funcional.
Esto no significa que cada temporada primavera/verano tengas que rediseñar tu web acorde con las últimas tendencias web. Pero sí es bueno tener siempre un ojo puesto en qué es lo último que se está haciendo, y mantener el suficiente espíritu crítico para replantear tu situación cuando sea oportuno.
Cómo distinguir las tendencias interesantes de las superfluas.
Lo más importante a la hora de valorar un diseño es tener la mente fría. Intenta siempre pensar qué problema está resolviendo con ese diseño, ¿se ha creado para comunicar un evento? ¿o para descargarte los temarios de un curso? También es importante saber a qué público está dirigido, las características formales no será las mismas para un doctorado en historia de la ciencia que para un niño de seis años.
Si piensas que gracias al diseño el emisor consigue entregar su mensaje al público objetivo de manera exitosa, si también piensas que cumple bien su función, si piensas además que está adecuado a las corrientes estéticas de su momento y te parece que tiene feeling aunque no seas tú a quien vaya destinado. Entonces, ese es un buen diseño.